EL BANCO COMÚN DE CONOCIMIENTOS 

En la clase de lengua y literatura cabe todo. Toda aportación comunicativa implica asumir un papel, desarrollar una intención, mostrar una actitud, apelar a tu interlocutor, etc... pero a veces, la mayoría de las veces, esa aportación es unidireccional, los papeles nunca se intercambian, la buena actitud se presupone y el interés decae irremediablemente.

Es hora de cambiar, es hora de mutar.

 El Banco Común de Conocimientos ofrece desde el primer momento una optatividad, una accesibilidad a los diferentes conocimientos: ¿qué quiero saber? Me atrae la posibilidad de descubrir cuáles son los intereses de mis alumnos, qué quieren mejorar de su competencia  comunicativa, qué conocimiento desean adquirir o cómo quieren hacerlo. No debe ser sencillo encontrar especialistas o gente que posea la motivación o el interés necesario para compartir sus conocimientos con alumnos motivados, pero sí es posible comenzar a formar una generación que en un futuro cercano disfrute compartiendo lo que sabe, negociando con sus saberes entre iguales y disfrutando con ello.

En la clase de lengua y literatura cabe todo pero tenemos que dejar la puerta abierta.

Comentarios

Entradas populares de este blog

POYECTO: LA NOVELA PICARESCA

COMPETENCIA DIGITAL DOCENTE

ABP: Primera unidad, reto nº 3